
A pesar de las innumerables ventajas que tiene tomar el sol y lo que nos encanta, a veces lo lamentamos en cuanto vemos aparecer esas pequeñas manchas en la piel. ¡Adiós bronceado liso y reluciente! . Por suerte, la mayoría desaparecen cuando el color nos abandona pero hay alguna que perdura y entrado en el otoño aún la mantenemos.