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10 consejos para un rostro saludable

 

 
 
 
Las demandas diarias hacen que sea difícil llevar una rutina de belleza adecuada. Pero es esencial vernos bien para sentirnos bien, ya que nuestro rostro dice mucho acerca de nosotras.

 
Si bien no es fácil pasar tiempo en el salón para reparar los daños que sufre la piel a diario, sí puedes darle el cuidado necesario para mantener el brillo y el encanto de tu rostro y disfrutar de una piel saludable. Estos tips para un rostro saludable te van a ayudar.
 
 
1. Bebe mucha agua
 
 
El agua es esencial para limpiar la piel desde el interior. Trata de tomar al menos 15 vasos de agua al día para eliminar las toxinas del cuerpo y mejorar el flujo de sangre a la piel. Sumado a esto, procura consumir fluidos como jugos o sopas y evitar las bebidas gaseosas.
 
 
2. Dieta nutritiva
 
 
Una dieta nutritiva y saludable es necesaria para poder disfrutar de una piel linda y suave. La dieta saludable consiste de frutas, vegetales, frutos secos, carnes magras, fibras y granos enteros. Estos mantienen los movimientos intestinales suaves y también contribuyen a las necesidades nutricionales del cuerpo, brindándote mucha energía. Evita además el consumo de comida chatarra o frita.
 
 
3. Buen descanso
 
 
Dormir es esencial para mantener la piel saludable.  Lo ideal es darle al cuerpo un descanso completo de al menos ocho horas diarias. Eso ayuda a reparar el cuerpo y que te sientas fresca y con energía. Además, es importante para prevenir las ojeras en el rostro.

 

4. Cuidar la piel del sol
 
 
Al salir a la luz del día, evita exponerte a los dañinos rayos solares. Aplica una generosa cantidad de protector solar de calidad además de beber agua. Así evitarás que el sol dañe tu piel tanto interna como externamente.
 
 
5. Limpieza profunda
 
 
Cuando te levantes y antes de acostarte es importante que lleves a cabo una rutina para el cuidado de tu piel. Limpia y humecta la piel todos los días. Exfolia y aplica una máscara facial dos veces por semana. La rutina ayudará a prevenir acné, granos y puntos negros y a tener una piel visiblemente limpia, tersa y luminosa.
 
 
6. Conoce tu tipo de piel
 
 
Todos tenemos diferentes tipos de piel con sus necesidades específicas. Influye el tipo de clima en el que vives y cuál es tu rutina diaria. La piel grasa necesita menos humectación mientras que la piel seca es conveniente humectarla regularmente. La piel combinada requiere de diferentes cuidados dependiendo de cada estación.
 
 
7. Evita tocarte el rostro
 
 
Involuntariamente siempre tendemos a tocar nuestro rostro mientras trabajamos, leemos o cualquier otra actividad. Por eso, es importante resistir a la tentación de hacerlo y evitar que tus manos con gérmenes toquen tu rostro. Así podrás solucionar los problemas de acné.
 
 
8. Usar los cosméticos adecuados
 
 
Es importante elegir cosméticos de calidad que ayuden a cuidar el rostro. Trata de no compartir los cosméticos con alguien que tenga acné. Los productos de calidad son esenciales si usas maquillaje a diario. Pero al mismo tiempo debes limpiar bien el rostro antes de dormir, eliminando todo rastro de maquillaje y permitiendo que la piel respire durante la noche.
 
 
9. Toallas limpias
 
 
Nunca compartas una toalla o limpies tu rostro con una toalla sucia. Puedes pensar que estás limpiando tu rostro pero en realidad estás colocando en él gérmenes y elementos extraños. Lo mejor es usar toallas desechables.
 
 
10. Ejercicio
 
 
Por último, el ejercicio es clave para mantener tu cuerpo en buen estado y regularizar el flujo de sangre. Correr, nadar, hacer yoga, caminar o cualquier otra actividad física puede ser realmente útil para mantener tu piel fresca y radiante. Pero además es fundamental para estar en forma, saludable, canalizar la energía y mantenerte positiva.
 
 
Puede parecerte que son muchas cosas las que hay que tener en cuenta para un rostro saludable, pero la realidad es que verás los increíbles resultados cuando incorpores todos estos aspectos a tu rutina. No lo dudes y sigue estos consejos para disfrutar de un rostro fresco, radiante y suave.