Durante el embarazo, podemos notar el cabello muy sano, grueso y con mucho más volumen que de costumbre. Aún así, no es que el cabello esté creciendo más de lo normal.
Esto viene causado por los niveles hormonales: normalmente, nuestro pelo suele crecer entre un 85 y 95 por ciento. El resto, un 10 o 15 por ciento, permanece en un período de descanso y luego se cae de forma natural (normalmente durante el cepillado o el lavado) y es reemplazado por nuevo pelo. Por ejemplo, la media está en la caída de unos 100 cabellos al día.
Pero durante el embarazo, los niveles hormonales cambian, y hacen que el cabello permanezca en este período de descanso durante más tiempo, así que se pierde menos cabello diariamente. También puede ser que se vuelva más brillante, e incluso que su textura cambie (las mujeres con el pelo rizado puede que se les vuelva lacio).
Cuando el bebé ya ha nacido, el cabello también tiende a cambiar. Después de dar a luz y que los niveles hormonales se hayan regulado (al cabo de 3 meses aproximadamente), el cabello pasará a caerse, es decir, caerá excesivamente, cosa totalmente normal.
Aún así, no a todas las mujeres les sucede esto, pero es frecuente que ocurra en las que tienen el pelo largo.
¿Cómo hacer que nuestro pelo luzca bonito durante y después del embarazo?
- Comer saludablemente, es decir, tener una dieta equilibrada con fruta y verdura, alimentos que protegen el folículo del cabello y fomentan su crecimiento.
- Evitar usar secadores y aparatos calientes. Si se tiene que secar el cabello mejor a temperaturas frías.
- Tratar el cabello con suavidad cuando esté húmedo y frágil. Evitar, sobretodo, los peines de dientes finos.
- Evitar recogerse el cabello en coletas y trenzas muy apretadas porque tiran y ejercen presión en el pelo.