Existen multitud de técnicas para elevar la autoestima. Cada una de ellas deberemos adecuarlas a nuestras características y personalidad. Sin embargo, hay una serie de puntos clave que debemos tener en cuenta y que son aplicables para todos a la hora de elevar nuestra autoestima.
Esos puntos son los siguientes:
- Evaluarse de forma realista: Tenemos que hacernos conscientes de nuestras cualidades y defectos para poder aceptarnos. No tengas miedo de examinarte en profundidad. Encontrarás más puntos positivos de los que esperabas.
- No idealizar a los demás: Nadie es perfecto aunque te lo parezca. No te quedes admirando y envidiando a los demás y sintiéndote inferior. Tú mismo posees cualidades envidiables, sólo tienes que reconocerlas y explotarlas.
- Cambiar lo que no nos guste: Si encuentras cosas en ti mismo con las que no estás de acuerdo, evalúa hasta qué punto está en tu mano cambiarlas, diseña un plan de acción y ponte manos a la obra. Tú eres el dueño de tu vida y puedes decidir su rumbo. Puede ser difícil pero el esfuerzo merecerá la pena.
- Evita los pensamientos negativos: Culparse y autocompadecerse no conduce a nada positivo. En cuanto detectes un pensamiento negativo, intenta reconvertirlo en tu mente en uno positivo. Por ejemplo, si piensas “No seré capaz de aprobar este examen”, cámbialo por “Esta asignatura me resulta difícil pero con un esfuerzo extra podré conseguirlo”.
- No dependas de la aprobación de los demás: El refuerzo de los demás es importante pero no debemos estar obsesionados con lo que los demás piensen de nosotros. Lo primero es estar seguro de ti mismo, creer en lo que estás haciendo. La aprobación de los demás será bienvenida, pero no debe ser imprescindible ni estar por encima de tu propia aprobación.
- Hazte responsable de tu propia vida: Tú eres el máximo responsable de tu conducta y tus logros o errores. No culpes al destino ni a los demás de tus resultados. Ponte al frente y actúa de manera responsable.
- Afronta los problemas: No sirve de nada esconder la cabeza y esperar a que los problemas se arreglen solos o alguien lo haga por nosotros. Busca soluciones y llévalas a la práctica, conviértete en una persona activa que controla su propia vida.
- Asume los errores: No pienses en los errores como fracasos de los que lamentarse. Cada error nos sirve como un aprendizaje, así que aprende a aprovecharlos.
- Practica cosas nuevas: No te quedes estancado y asumas que no puedes avanzar. Hay muchas capacidades que seguro que no has explorado. Aprende cosas nuevas y comprueba si eres bueno en ellas y si te satisfacen.
- Controla tu exigencia: No pretendas ser bueno en todo ni hacer las cosas bien a la primera. Debes experimentar pero siendo consciente de que hay cosas que no se te darán bien y que eso no supone un fracaso sino un aprendizaje.
- Cuida tu salud y tu aspecto físico: Debes ser consciente de las limitaciones de tu propio cuerpo y de que hay cosas que no se pueden cambiar. Una vez asumidas esas limitaciones, adopta unos hábitos de vida saludables y dedica también algo de tiempo a cuidar tu aspecto físico. Tu autoestima se elevará según te sientas mejor físicamente y más atractivo para ti mismo y para los demás.