Si quieres tener un pelo manejable, suave, radiante y saludable, entonces ten en cuenta que algunos errores al lavar el cabello pueden estar impidiendo que lo consigas. La rutina del lavado del cabello es súper importante no solo para tenerlo limpio sino para mantenerlo de la mejor manera, y con pequeños cambios en tu rutina puedes disfrutar de un mejor cabello.
Estos son algunos errores comunes que se cometen y debes evitar:
Lavarlo todos los días
Los estilistas dicen que el cabello se ve mejor cuando los aceites naturales que comienzan en el cuero cabelludo llegan a las puntas. Por eso recomiendan lavar el cabello día por medio o incluso cada tres días. Si te preocupa que tu cabello se vea graso, rocía las raíces con un shampoo seco o aplica agua para luego estilizar con secador.
Cambiar de shampoo
Algunas piensan que cambiar de shampoo puede hacer que el cabello se vea más saludable. Pero los expertos recomiendan mantener el producto que funciona. Tu cabello no podrá saber la diferencia entre marcas o la tolerancia de los productos. Sin embargo, si tienes el cabello graso, lo mejor es usar productos que contengan cera. Rompe tu rutina con un shampoo clarificante cada dos semanas o más para eliminar el residuo acumulado.
Exceso de shampoo y/o acondicionador
En vez de usar el shampoo y el acondicionador en todo el cabello, lo mejor es concentrar el shampoo en la zona del cuero cabelludo y el acondicionador sobre las puntas. Las puntas necesitan de más humectación, mientras que el cuero cabelludo necesita menos para mantener su volumen. Así que es mejor evitar el exceso de ambos productos y limitar su uso a las partes adecuadas.
No usar acondicionador
Si quieres un cabello radiante, brillante y suave, es necesario usar el acondicionador cada vez que laves tu cabello. Además, el acondicionador reduce la fricción y rotura del cabello cuando se cepilla después. Incluso puedes optar por usar solo acondicionador en algunas ocasiones. Si bien el acondicionador no limpia tan bien como el shampoo, puede dejar el cabello en buen estado sin los daños del shampoo. Aunque es conveniente hacerlo solo de vez en cuando para disminuir la cantidad de shampoo en el cabello.
Tomar duchas demasiado calientes
Mientras que el agua caliente abre la cutícula del pelo para que el shampoo y el acondicionador hagan su trabajo, el agua fría ayuda a cerrar la cutícula y sellar la humedad del acondicionador, lo que permite que el cabello luzca brillante y saludable. Por eso, lo recomendable es tomar una ducha caliente pero luego enjuagar al final con agua fría.
Si te cuesta tomar duchas frías, los estilistas recomiendan mezclar una taza de vinagre de sidra de manzana con dos tazas de agua y aplicar en el cabello luego de lavarlo y acondicionarlo. Esto se debe a que el vinagre es un exfoliante suave que remueve el producto acumulado y la caspa del cuero cabelludo.
Enjuagarlo demasiado si te tiñes
El cabello teñido absorbe el agua con más facilidad, y cuando el agua se va también lo hace el color. Por eso debes evitar el exceso de enjuague para que la tinta dure por más tiempo. También es conveniente que uses agua tibia o más fría, ya que el agua caliente ocasiona que el color se pierda más rápido.
Vía.| http://www.imujer.com