1. Ten en mente que, si comienzas tarde (a partir de los seis es un buen indicativo), tu hijo va a saber más acerca del sexo de lo que muestre. En estos tiempos, los niños, con frecuencia, saben más sobre sexo que sus padres.
2. Habla acerca de sexo más de una vez. Lo mejor es que los niños escuchen pequeñas dosis sobre sexo una y otra vez. Tener una sola charla sobre sexo puede ser una manera conveniente para un padre de “salir de eso”, pero conlleva a que el sexo sea un tema embarazoso, y no incita a una apertura posterior en la comunicación.
3. Dile a tu hijo los nombres de sus partes sexuales, por ejemplo: “ese es tu pene” o “esa es tu vulva” (evite usar apodos como “pipi” o “partes privadas” ya que eso hace pensar que el nombre real sea vergonzoso u obsceno. Comience desde que son pequeños, cuando están aprendiendo acerca de las partes de su cuerpo. Háblales cuando están mostrando interés en su cuerpo, o masturbándose. Eso es absolutamente normal.
4. Habla con tu hijo de primaria sobre los amoríos. Escucha cuando te hable acerca de niños abrazándose o besándose en el parque, y aprovecha la oportunidad para averiguar si hay alguien que le guste, o si ha besado a alguien. Alrededor de los 10 años comienza la conciencia sexual de los niños. Notan que se sienten bien al tocarse. Esta etapa es importante para su posterior salud e identidad sexual. Nunca avergüences a tu hijo por sus tendencias naturales, ya que esto es parte de un desarrollo sexual saludable. Si tu hijo comienza a hablar acerca de las partes sexuales de otros niños (o falta de ellas), solo corrígelo amablemente.
5. Escucha a tu hijo de secundaria (12 a 14 años) ¿Están interesados en chicos o chicas? ¿Está, alguno de sus amigos, saliendo con alguien? Pregúntale adónde van y qué hacen. Es importante para tu hijo saber que tú lo escucharás sin alarmarte. Puedes tener tus opiniones acerca de lo que está pasando, pero es más importante oír lo que tu hijo tiene que decir. Pregúntale si tiene alguna duda sobre chicas o chicos. Háblale sobre la mecánica del acto sexual (la mayoría ya habrá escuchado esta información de amigos que tengan hermanos mayores, pero es importante que sepan que estás dispuesto a hablar de ello para que puedan venir a ti a preguntarte luego).
6. Amplía las discusiones a medida que tu hijo crece. Cuando esté en secundaria, háblale a tu hijo sobre sentimientos y pensamientos sexuales. Estos son normales y, a menudo, son muy intensos. Informa a tu hijo que puede disfrutar de esos sentimientos. Pregúntale cuándo, según su opinión, una persona está lista para tener sexo, cuáles son sus parámetros. Entonces, comparte con él cuáles son tus opiniones al respecto ahora, y las que recuerdas de cuando estabas en secundaria.
7. Cuando tu hijo te pregunte sobre el tema, contéstale siempre con sinceridad y honestidad y nunca mientas ni ocultes nada. Si no conoces la respuesta, tanto tú como tu hijo pueden buscar información en un libro de medicina. La honestidad es siempre la mejor política. Tu hijo puede quedar resentido si le mientes o le ocultas algo (decirle algo como “te lo diré cuando seas más grande” o “la cigüeña te trajo”)
8. Pregúntale su opinión, si tienen alguna duda o preocupación.
9. Muéstrale alguna guía o libro que esté escrito por profesionales calificados en salud sexual. Sin importar lo que pienses, prácticamente, es difícil para más del 80% de los padres bienintencionados, seguir los pasos 1 a 8.
10. Los condones y las píldoras. Explícale a un niño mayor (más de 11) qué es un condón, qué son las pastillas y qué hacen. Muéstrale cómo ponerle un condón a una banana o algo similar en tamaño o forma. Esto puede ser vergonzoso para ti o para él, pero lo tiene que saber.
Fuente. wikiHow