Siempre decimos que estar en pareja tiene que ser equivalente a ser feliz, a sentirse mejor que sola, esto es: acompañada, amada, mimada y cuidada. Claro que en la pareja surgen discusiones, y el cambio de opiniones o los momentos de crisis son esperables.
Pero ese no es tu caso e interiormente lo sabes.
En tu caso él permanentemente “busca” casi intencionalmente hacerte llorar o generar discusiones por nada. O bien durante una semana estás en el cielo y la semana siguiente te sientes en el infierno.
Tu pareja con este hombre parece no tener una estabilidad, no puedes hacer planes a largo plazo y tus amigas y/o familia no lo quieren.
Debido a él te sientes :
· Insegura, angustiada.
· Inmensamente feliz y al segundo terriblemente triste, estar con él, te desequilibra.
· Con miedo a sus reacciones. Tienes miedo casi todo el tiempo: que se enoje, que algo le caiga mal, que se ponga celoso, que no le guste lo que te pusiste o lo que hiciste.
· Alterada, no tienes paz interior.
Las relaciones sexuales entre ustedes son:
· Mucho y violento, te tiene atrapada por eso.
· Nada de sexo, por lo cual te culpa a vos. Es indiferente y te hace sufrir por eso.
· Usa el sexo para chantage emocional.
· Nunca es un encuentro de amor. Parece más una guerra.
El dinero para Uds. es otro de los problemas:
· Si eres la que lo tiene, él te exige que le des.
· Si él tiene dinero, lo usa sólo para denigrarte.
La realidad es que este tipo de hombres tienen problemas para amar. Es más, NO PUEDEN AMAR. Sabelo: él nunca te va a querer. Simplemente porque no puede. No sabe cómo.
Quieres creer que él te ama, pero la verdad es que él disfruta haciéndote sufrir, por más duro que suene: es así.
Y siempre va a ser así. Dejarlos es difícil: muy. Ya lo sé. Es como una adicción. Varias veces intentaste dejarlo y no puedes.
Pero estar con estos hombres es peligroso. Sumamente peligroso.
Muchas de estas parejas terminan con una de sus partes heridas o muertas. Estos hombres te llevan a terribles depresiones o intentos de suicidios.
Por eso es muy importante que pidas ayuda y que lo hagas cuanto antes. A tus amigas, a tu familia y a un profesional responsable para empezar un tratamiento.
Puedes cambiar: simplemente alejándote de él y aprendiendo a tener parejas más sanas.
Él no va a cambiar. OLVIDATE DE ESO. Al menos no porque vos se lo pidas llorando o a los gritos. La mayoría de estos hombres NO CAMBIA NUNCA y si alguno lo hace será por su propia decisión y voluntad y no sin antes haber hecho un largo y profundo tratamiento.
En el camino de la femineidad todas o casi todas las mujeres alguna vez nos hemos encontrado con uno de estos personajes. Algunas salen fortalecidas, otras destruidas.
¿Cómo y cuándo saldrás TU ?
Vía.| http://www.elintransigente.com/