1. Tomar mucha agua: la exposición al sol reseca más de lo normal la piel, por lo que debemos darle ayuda extra para mantenerla hidratada.
2. Antes de exponerte al sol, factor solar: es obvio y se lo hemos dicho muchas veces, pero es fundamental para no quedar con quemaduras grado 1, 2 o 3 (jeje). Recuerda que debes aplicártelo veinte minutos antes de salir para que haga efecto y reaplicarlo ojalá después de cada baño. De esta forma no sólo vas a quedar bronceada con un lindo tono, sino que además vas a prevenir las manchas, arrugas y el despellejarse (quedar como mapa no es sexy!)
3. Ponerse crema hidratante religiosamente todos los días: la sal y el cloro también resecan nuestra piel. Te recomiendo que llegando a tu casa después de la piscina o mar, te apliques una crema especial, que diga expresamente "after sun" (después del sol), un gel o crema en base de aloe vera. Si no, cualquier crema hidratante.
4. Tomar betacaroteno en cápsulas o ingerir alimentos que lo contengan: Esta sustancia que se transforma en vitamina A es famosa por mantener y potenciar el bronceado, además de protegerte del sol (ojoNO reemplaza al factor solar).
Si lo tomas en cápsulas, debe ser al menos un mes antes de exponerte al sol, durante tus vacaciones y después. Pero no abusen, recuerden, todo en su justa medida ;) La pueden encontrar en las farmacias.
Si no quieren tomarlo en pastillas, otra forma de consumirlo es a través de frutas y verduras ricas en este pigmento tales como la zanahoria, el zapallo, la espinaca, el tomate, el durazno y el brócoli, entre otros.
Sigan estos consejos y les aseguro que obtendrán un bronceado duradero, saludable y seguro para su piel.