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El color de labial según tu tono de piel

 
 
Hay infinidad de colores si de labiales hablamos, pero no todos los tonos nos vienen bien según nuestro color de piel… ¡Descubrí cuál es el que más va contigo !
 
Para elegir el tono de labial indicado, es indispensable conocer el tipo de piel, ¿cuál es nuestro color base? (para saber cuál es tu color base, sólo desmaquilla tu piel y deja que descanse unos 30 minutos para que muestre su color natural, haz la prueba en temperatura ambiente, y no debajo el sol, porque éste hará que tu cara se ponga rojita, y no queremos eso.
 
 A partir de esta consigna, elegiremos cuál es la que más se adecua a lo que nosotras buscamos lucir:
 
-     Si tu piel es oscura: Te irán genial los labiales de color natural o rosados intensos  que dan vida y luz a tu tipo de piel. No te recomiendo que uses labiales cálidos, como: naranjas, rosa suave; ya que estos no resaltarán bien tu tono de piel, al contrario, la opacarán.
 
 
-     Si tienes piel mate o intermedio: Podrás elegir gran variedad de tonalidades, aunque los que te complementarán mejor serán los labiales de tonos rojos y rosados. Y para lograr suavizar los gestos: marrón y beige, que te darán una sensación cálida y natural a la piel.
 
 
-     Para piel clara: Quienes tienen piel clara lucen mejor labiales de colores más cálidos, como: naranjas, rosa suave o fucsia. Sin embargo, el labial de color rojo pasión complementa sus tonos a la perfección en un maquillaje de noche, bien glamoroso.
 
 
Uno de los secretos para elegir un color de labios, como para hacer un maquillaje dramático, es saber cuáles son los complementarios (opuestos) a tu color de piel, ¡y esa combinación será perfecta!
 
 
Las tonalidades de rojos quedan muy bien en todos los tonos de piel, solo procura combinarlos con un maquillaje “limpio” en los ojos; cosa de no cargar tanto el asunto.
 
Por último, y esto como “Tips de maquillaje”: debemos tener en cuenta que nuestros labios requieren cuidado constante, por lo que será fundamental aplicar antes del labial: un humectante, luego el fijador en polvo (¡para que dure más!) y después el labial.