Para todas las madres es una gran preocupación la alimentación de sus hijos. Mantener una nutrición adecuada y con las vitaminas necesarias, es imprescindible para que crezcan fuertes y sanos.
Si tu hijo presenta dificultades para comer, es muy delgado y tiene poco apetito, es muy importante ofrecerle comidas con mayor densidad energética, es decir, calorías y proteínas, para ayudarlo a prevenir la pérdida de peso.
¿Cómo aumentar calorías y proteínas?
- Incorporar una cantidad extra de aceite, crema de leche, manteca ó margarina, a preparaciones calientes como purés, sopas, pastas, arroz, papas, polenta, batatas, guisos.
- Incorporar crema chantilly (crema de leche batida con azúcar), a postres de leche, frutas en almíbar, ensaladas de frutas.
- Agregar dulces como mermeladas, en yogures ó cereales con leche.
- Utilizar dulces compactos en trozos (Ej. Dulce de batata con queso, galletitas con dulce de membrillo en rebanadas, pan con queso y dulce)
- Evitar alimentos que produzcan aumento de la saciedad como ser: caldos y sopas, bebidas con gas, infusiones tipo té, café, mate, verduras crudas en ensaladas, cáscaras de frutas.
- Los alimentos fritos, aportan más calorías que los hervidos ó asados.
- Preparar licuados ó batidos de leche con helados ó crema de leche y/ó frutas.
- Incorporar quesos tipo crema, mantecoso ó fresco, en preparaciones como soufflé, budines, omellettes, rellenos de pastas, canelones, lasañas, ravioles, tartas, empanadas, pizzas, calzones.
- Agregar huevos en preparaciones como purés, budines, revueltos, salsas. Y luego cocinar bien.
- Agregar huevo duro picado a carnes, pastas, pizzas, sándwiches.
- Agregar leche en polvo entera a la leche fluida y a los licuados (1 cucharada sopera por cada taza de leche)
- Incorporar carne vacuna, pollo, pescado ó vísceras (bien cocidas), en rellenos de budines, salsas, guisos, sopas, tartas, empanadas.
- Preparar sopas y guisos con legumbres (porotos, garbanzos, lentejas).
Algunas pautas a tener en cuenta si a tu hijo le falta el apetito
- No encender el televisor durante el almuerzo y la cena, de ésta forma vas a prevenir que se distraiga y prestará un poquito más de atención a la comida. Podrás ver algún programa entretenido junto a él una vez finalizada la comida, y así de a poco lograrás que vaya incorporando el hábito, si aún no lo tiene, de comer cuando mamá lo indica.
- No permitir que consuma alimentos fuera de los horarios de las comidas principales, es decir, preferentemente intentar que no ingiera algún alimento, a modo de “picoteo” media hora antes del almuerzo ó de la cena.
- No llevar la panera a la mesa, al menos hasta el momento en que los platos de toda la familia estén servidos.
- No darle bebidas gaseosas antes y durante las comidas, ya que disminuye el apetito, produciendo sensación de saciedad.
- Si tu hijo no quiso almorzar, y a la media hora te pide un yogurt ó un postrecito, intenta jugar con él para pasar el rato, y explicarle que esperarán hasta la hora de la merienda, para tomar la leche. Así llegará a la noche con más apetito, y al día siguiente seguramente no dejará pasar la hora del almuerzo.
Si tu hijo tiene 6 meses ó más, y ya ha comenzado con su ablactación ó incorporación de alimentos que difieren de la leche, es muy importante que recuerdes que hasta los 2 años es un lactante, y su alimentación de base será la leche - materna ó leche de vaca modificada adaptada a cada edad -. Por lo tanto, desde los 6 meses hasta los 2 años, la alimentación formará parte de uno de los procesos más importantes de aprendizaje y juego a la vez.
Comenzará a conocer texturas y sabores. Y es fundamental que éste proceso se viva con afecto, en familia, y con mucha paciencia.
A partir de los 2 años, en cambio, el niño ya debe haber adquirido el hábito de comer en familia, su porción servida por sus papás, y aquí es donde podrás implementar distintas estrategias en caso de observar falta de apetito ó delgadez.
Fuente. http://www.planetamama.com.ar/