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Cómo armar una ofrenda de Día de Muertos

 
 
 
 
El Día de los Muertos se festeja en México y algunos otros países latinoamericanos los días 1 y 2 de noviembre de cada año. Su origen se remonta a las prácticas y creencias de las culturas prehispánicas, aunque hoy en día incorporan elementos tambien del cristianismo y hasta toques modernos.
 
 
 
Según la tradición, durante la fiesta de Día de Muertos las almas de los difuntos salen del lugar donde se fueron al morirse (que puede tratarse de Mictlan en el caso de los indígenas o el Purgatorio para los católicos -- o una combinación de éstos para los de creencias mixtas) y regresan a visitar a sus descendientes y seres queridos aún vivos sobre la tierra. Los vivos arman un altar en el cual ofrecen a los muertos cosas que éstos pudieran disfrutar -- comida, bebida y hasta cigarros y juguetes.
 
 

¿Cómo tiene que ser?:

 
No existe una sola forma de poner un altar de Muertos, pues cada región de México cuenta con diferentes tradiciones y muchas veces le asignan un significado diferente a los distintos elementos de la ofrenda. A primera vista, ésto complica un poco la preparación de las festividades -- pero en realidad es muy afortunado porque estas diferencias no solo le dan más riqueza cultural a las tradiciones, sino que nos permite (es más, nos invita a) hacer una ofrenda dentro de nuestras posibilidades y según nuestros deseos.
 
 

La base:

 
Determina dónde se va a poner el altar. Puedes optar por armarlo sobre el piso, en una mesa de cualquier tamaño y forma, o sobre una estructura especial creada para la ocasión. Lo importante es que sea estable, nivelado y en un lugar seguro donde no entorpezca la circulacíon. Se puede montar en la sala, el patio, el vestíbulo o hasta en un rincón protegido del jardín.
 
 

Los niveles:

 
Determina si quieres que tu altar tenga un nivel o varios. En México es común encontrarlos de tres niveles (simbolizando el cielo, la tierra y el inframundo) o hasta de siete (represenando los diferentes niveles que deben escalar los almas de los difuntos o los distintos lugares a donde éstos se dirigen).

 
Si ésta es la primera vez que haces un altar de Muertos y lo vas a tener en tu casa, tal vez quieras mantenerlo más sencillo, de un solo nivel sobre una mesa o en el piso. Por otro lado, si los estás armando en una escuela (por ejemplo) entre varios amigos, tal vez valga la pena hacer múltiples niveles. Para ésto se pueden forrar cajas de cartón de varios tamaños y apilarlas en una formación agradable o bien utlizar el piso y varias mesas de diferentes tamaños colocadas estratégicamente.
 
 

El mantel:

 
Cubre tu base con manteles de tela y/o hojas grandes de papel grueso. El color morado intenso y los manteles bordados son tradicionales en estas fechas, o puedes optar por utilizar dos o tres capas de manteles de colores contrastantes. Lo importante es que el altar se vea bonito e invitante.
 
 

Los elementos:

 
Encima de tu altar ya preparado vas a colocar los elementos de la ofrenda -- veladoras, incienso, comida, retratos de tus queridos difuntos y otras cosas que le gustaron a éstos en vida. 
 
 

¿Cuándo armarlo?:

 
Cualquier momento en el mes de octubre es bueno para poner tu altar de Día de Muertos. Hay quienes lo empiezan a montar mucho antes del 1 de noviembre, colocando paulatinamente los elementos a lo largo de dos o tres semanas, mientras que otros prefieren esperar hasta el 31 de octubre para hacerlo todo junto. Toma en cuenta el espacio que va a ocupar la ofrenda; si va a estorbar, tal vez sería mejor que no estuviera allí durante todo el mes. Tambien piensa en quienes van a transitar por allí, pues los objetos que se colocan en la ofrenda pueden resultar interesantes (y potencialmente peligrosos) para los niños chiquitos y las mascotas si no se les vigila muy bien. Si tu ofrenda es una labor colectiva (en una escuela, tu vecindario, etc.), asegúrate de avisar mucho tiempo antes sobre la misma y planear fechas y horas de trabajo.
 

Cómo mantenerla:

 
Tu ofrenda de Día de Muertos requiere de un poquito de cuidado para que se mantega bonita durante el mucho o poco tiempo que dure puesta. Hará falta cambiarles el agua a los vasos de flores y tal vez recoger los pétalos caídos de éstas. Si las velas se prenden, necesitarán ser vigiladas para que no se presente peligro de incendio -- y se tendrán que reemplazar cuando se consuman. Los comestibles que se coloquen sobre el altar idealmente deberán ser de los que no se echan a perder muy rápidamente (frutas aún un poco verdes, pan, etc.). Las comidas perecederas (los guisos, por ejemplo) no conviene colocarlas sino hasta el último momento y deberán estar tapados y/o vigilados para que no atraigan insectos y animales.
 
 

¿Cuándo quitarla?:

 
Después del 2 de noviembre, tendrás que quitar tu ofrenda, guardando todo lo que con tanta emoción sacaste del closet y de la alacena. Hazlo todo de golpe o paulatinamente, según tu gusto. Si lo deseas, conserva los manteles u otros elementos para una ofrenda posterior, pues ¡nunca es demasiado temprano para ir planeando el altar del año que entra!