- Ya lo has pensado, ya no hay vueltas atrás. Si dudas piensa en lo que sientas al estar frente a esa persona que te hace sentir tan mal.
- Nadie cambia de un día para otro, tenlo muy presente. Aunque te ruegue y haga promesas, eso no es avanzar sino retroceder. Sigue avanzando hacia tu nueva vida.
- Recuerda las cosas malas, no las buenas; piensa que cuando decidiste cerrar tu puerta es porque ya estabas harta.
- Cambia tus hábitos, cambia de amistades, rodéate de personas positivas, que te aporten y no que te quiten vida.
- No veas el adiós como el final de tu vida; al contrario, míralo como una nueva oportunidad de cambiar lo que has hecho mal.
- Habla con tu familia, con tus amigos e hijos, no puede ser agradable para ellos que cada vez que te visitan te encuentran menos feliz y más desgastada.
- Arréglate mucho mejor, sé que con tanto dolor no dan ganas de nada, pero eres mujer, saca fuerzas y sal de la casa, cambia tu estilo, tu ropa, tus cabellos, te hará sentir mejor.
- Piensa que podrás volver a formar un hogar con más amor y alegría. Quizás incluso puedas tener un trabajo, cosa que te haría sentir ser una mujer realizada y con metas. Siempre es importante tener objetivos reales que sabes que lo puedes lograr.
- Llama a tus amigos, ponte de acuerdo en quedar con ellos; mira la vida como es, una veces es muy dulce, otras veces resulta agria, pero todo son ingredientes que siempre estarán presentes en la vida.
- Haz como cuando arreglas el armario, saca todo lo que no te sirva, no acumules cosas porque ello te acabaría asfixiando. Lo mismo ocurre en la vida, hay que sacar, desechar, reciclar y volver a mirar su interior para que esté mucho más limpio y tenga cabida para más cosas. Saca todo lo malo y deja lo bueno, así serás y podrás sentirte una mujer libre de basuras y cosas no validas.
Fuente. http://www.algomasduro.com/