Una duda que siempre nos surge cuando de perder peso y mantener la línea se trata es si podemos o no comer por la noche. Muchas personas son las que opinan que no, y por eso dejan de cenar y se acuestan con el estómago vacío.
Para muchos este principio es sagrado y lo siguen a rajatabla, ya que consideran que cenar es lo peor que se puede hacer, pues la comida engorda mucho más que durante el resto del día. Esto simplemente se trata de una creencia, ya que las calorías y las cualidades de los alimentos son siempre las mismas, lo único que varía es la forma en la que nuestro cuerpo los va a recibir y procesarlos para utilizarlos.
Todos los alimentos que consumimos tienen una serie de propiedades nutricionales en sí mismos. Estas propiedades son las que son, independientemente del momento del día en el que los comamos. Un alimento no aumenta su poder calórico y nutricional por la noche, por lo que comerlo a una hora u otra debería de darnos exactamente lo mismo, aunque existen otro tipo de variables físicas que no debemos pasar por alto.
Los biorritmos corporales marcan el devenir de nuestro organismo, ya que el funcionamiento del cuerpo depende de ellos y la velocidad del metabolismo está muy vinculada. Como hemos escuchado infinidad de veces somos animales de costumbre, y como tal nuestro cuerpo se aclimata a unos horarios y una normas. Mantenernos alerta es una buena forma de activar el metabolismo, y relajarnos hará que éste funcione más despacio.
Normalmente por la noche nos relajamos más y por ello la velocidad metabólica desciende, algo que derivará en digestiones más lentas. Es importante por esto que no ingiramos demasiado alimento en estas horas de relax, aunque esto depende mucho de cada individuo, pues no todos tenemos las mismas costumbres ni la misma manera de actuar. Es decir, si después de cenar nuestra actividad es elevada nuestro metabolismo se mantendrá activo y el aprovechamiento de los alimentos será diferente que si estuviésemos mucho más tiempo sentados.
Lo mismo sucede con las personas que practican deporte por la tarde o antes de ir a dormir. Su metabolismo estará más activo y por lo tanto el gasto energético será mayor. No es que los alimentos que consuman por la noche les vayan a engordar más, sino que simplemente este tipo de personas quema un número más alto de calorías y por lo tanto no almacena apenas en el organismo en forma de grasa.
Desde luego que a la hora de alimentarnos debemos mantener una dieta saludable y un cuidado con las calorías que ingerimos para evitar un exceso. Junto a esto es importante que analicemos nuestroestilo de vida y costumbres para saber si mantenemos el metabolismo activo, ya que si cumplimos con esta misión el gasto energético aún estando en reposo será mayor y el impacto de los alimentos no será el mismo que si nuestro organismo funciona de forma lenta.
Fuente. http://www.vitonica.com/