1. Por depresión
Muchos antidepresivos ocasionan importantes ganancias de peso. Algunos de estos fármacos pueden aumentar el peso corporal entre 3 y 7 kilos, con una acumulación gradual a lo largo de los años de medicación. Incluso, la depresión puede engordar aunque no se esté tomando medicación.
2. Tomas un medicamento que afecta al metabolismo
Existe una larga lista de fármacos que pueden impactar en el ritmo metabólico. Por ejemplo, los anticonceptivos, las terapias hormonales de sustitución, los esteroides, los betabloqueantes , incluso algunos fármacos para la migraña y la acidez estomacal. Algunos de estos fármacos afectan el apetito, otros el metabolismo y otros, simplemente, te mejoran los síntomas que tuvieras y te devuelven el apetito perdido.
3.Tienes el tránsito intestinal muy lento
Los problemas digestivos, como los movimientos lentos del intestino grueso pueden provocar una ganancia de kilos. Lo ideal es comer y al cabo de una hora o un poco más comenzar con los movimientos del intestino grueso. Las personas que no son muy regulares, tienen un bajo consumo de fibra o problemas en la flora intestinal pueden tener esta función alterada.
4. Necesitas una cantidad mayor de algunos nutrientes
Los bajos niveles de vitamina D, Magnesio o hierro pueden afectar al Sistema Inmunológico y hacerte sentir más débil. Esta falta de energía se suele compensar con cafeína, dulces o carbohidratos simples que te harán engordar. Además, no te sentirás con fuerzas para iniciar una rutina de ejercicio físico.
5. Estás envejeciendo
Es una circunstancia inevitable que ralentiza el metabolismo y favorece la ganancia de peso. No se queman las mismas calorías a los 20 que a los 40 ó 50. La solución es incrementar la actividad física y ser más cuidadoso en la selección de las calorías que ingerimos para mantener el metabolismo a buen ritmo. Algunos estudios aseguran que en este equilibrio, la actividad física es incluso más importante que la dieta.