Comenzando con unas cuantas nociones básicas acerca de la piel morena, a diferencia de lo que ocurre con la tez pálida, esta es mucho más resistente hacia el sol, ocurriendo lo contrario con los climas fríos del invierno, viéndose mucho más apagada .
Para comenzar, tengamos en cuenta algo muy importante, la piel morena y negra suele ser considerada como frágil, razón por la que necesita de un cuidado especial. De la misma manera también apreciemos que éste tipo de piel también necesita de un maquillaje que de vida, siendo un error común el optar por bases que lo único que hagan sea opacar y darle tono gris apagado a la piel. Lo que se debe buscar es una base que sin llegar a ser tipo brillosa no sea apagada, ejemplo de esto puede ser un beige dorado, esparciéndolo de manera tal que todo el rostro se vea uniforme.
También se puede optar por un tono similar al de la piel para que de mayor resaltamiento de color, una idea que no estaría mal intentar tomar en cuenta. Ante todo eliminar el uso de colores pálidos y que sean muy contrarios a la tonalidad de piel que se posee, lo único que dejan es un efecto de contraste terrible, y ni qué decir si es que el cuello no se maquilla correctamente.
Las sombras para ojos puede ser muy variable, las tonalidades oscuras como el marrón pueden caer muy bien, sobretodo si se tiene una mirada cálida, también se podría optar por tonos mucho más fríos como el azul y medio rosados.
Para las cejas tonos oscuros fuertes pueden ser óptimos, yendo entre el gris y el marrón castaño.
En cuanto a lápiz de labios los colores cálidos pueden ser favorables, pero sin caer en tonos escandalosos o chillones.
VÍDEO: Maquillaje para piel morena